Gravel & Loam Sauvignon Blanc, 750 ml

Vinificación: El "Gravel & Loam Sauvignon Blanc" es un vino monovarietal extraordinariamente equilibrado que hunde sus raíces en los suelos profundos y pedregosos de la zona de Onamalutu, en el valle del Wairau. Este amplio valle fluvial se extiende a lo largo del río Wairau, desde las montañas Spenser, al oeste, hasta Cloudy Bay, envuelta por la niebla, en el océano Pacífico. Enclavado entre los montes Richmond, al norte, y las colinas Wither, al sur, el valle goza de protección frente a condiciones climáticas extremas y, junto con los valles del Sur y el valle de Awatere, constituye la pieza central de la región vinícola de Marlborough, en Nueva Zelanda. El nombre "Gravel and Loam" (grava y marga) refleja el singular terruño, cuyos suelos de grava almacenan el calor del sol y lo liberan de nuevo por la noche, lo que prolonga el tiempo de maduración de las uvas y da lugar a sabores más intensos. El clima cálido y seco del valle, atemperado por la brisa marina, favorece un equilibrio óptimo entre complejidad frutal y acidez. El cuidadoso tratamiento individual de cada parcela garantiza la conservación de los rasgos característicos de cada lugar. Tras la vendimia, las uvas se llevan inmediatamente a la bodega, se seleccionan cuidadosamente, se prensan con suavidad y se fermentan en condiciones controladas en depósitos de acero inoxidable, a lo que sigue un periodo de maduración sobre las lías finas, que completa la finura del vino.El vino: En la copa, este Sauvignon Blanc brilla con un color amarillo claro brillante con matices verdes y revela en nariz un aroma explosivo de mango, fruta de la pasión y grosella madura. En boca, impresiona por su viva frescura y una acidez que recuerda a la lima, lo que le confiere una intensidad dinámica. La composición gustativa es a la vez compleja y accesible, con un carácter mineral jugoso, vibrante y potente, coronado por una gran frescura y un delicado toque de aire marino.La comida: El Sauvignon Blanc no sólo brilla como una auténtica delicia cuando se sirve solo, sino que también demuestra ser un compañero flexible para diversas creaciones culinarias. Sus notas vivas y afrutadas armonizan de maravilla con el pescado, el sushi, el atún a la parrilla, los platos asiáticos y la pasta. Destaca su afinidad con el queso de cabra: los sabores a fruta fresca y la viva acidez del vino complementan a la perfección la textura cremosa del queso y dan como resultado una experiencia gustativa equilibrada. Se recomienda beber el vino a una temperatura ligeramente fría, entre 8 y 10 °C.